WILLIAM NAVARETTE

is a writer, journalist, and critic of Cuban art based in Paris.

Martine Barrat: la dama del lente

William Navarrete

Una retrospectiva de las obras más significativas de la fotógrafa francesa Martine Barrat, en la Maison Européenne de la Photographie, en el barrio parisino del Marais, me permite recorrer e indagar sobre el trabajo que, durante décadas, ha realizado esta artista del lente.

Me detengo en aquellos clichés que tomó del barrio de La Goutte d'Or (también conocido como Barbès) en un París popular y marginal, ya casi extinguido por la constante modernización y el aburguesamiento de la capital francesa. Martine ha retratado a sus personajes, en general emigrantes, que humanizan el rostro de la ciudad excluyente que ha ido, poco a poco, propulsando hacia los suburbios y periferias lo que, históricamente, constituía su alma. Se ha apresurado la fotógrafo en ofrecernos lo que tal vez sean las últimas imágenes de un naufragio, las últimas vistas de seres humanos que impregnan la ciudad de una realidad otra que no sea idealizada, artificial, prefabricada y turística. Imágenes que hablan más de lo que es nuestro mundo de hoy y sus incesantes flujos migratorios que el decorado de opereta rutilante que se expande ya por toda la urbe.

Con poesía - con una poesía profunda - capta Martine Barrat instantes de las vidas de esos seres. La aparente miseria de ese medio es apenas perceptible de tanto que brilla y late, intensamente, la vida en sus miradas y en los gestos de esos niños ajenos al futuro y de espaldas a la tristeza de quienes estamos conscientes de las diferencias abismales entre ellos y los otros habitantes de la ciudad. De esas minorías - que ya van convirtiéndose con el tiempo, las crisis y la apatía social - grandes mayorías, nos habla Martine Barrat, con un humanismo tan respetuoso y profundo que por momentos creemos que la salvación del mundo depende de la alegría que emana de ellos o del orgullo con que afrontan sus propias calamidades.

Gracia y esbeltez de los cuerpos. Gracia en cuerpos como ébano en las playas de Jamaica. Esbeltez y elegancia en los afroamericanos de Harlem que han conservado un aire de otros tiempos, una música, e incluso, otras tradiciones que vienen de lejos y que la Gran Manzana ha ido matando cor el tempo. Gracia y esbeltez también, envueltas de cotidiana naturalidad, en la gente de Cuba o de Brasil. Mulatez, africanidad, abundancia de Caribe, de mar y muros de cal, naturaleza a flor de pie gestos ancestrales, dolor siempre hacia dentro, luz y vida en cada día con que ellos, los desclasado: de siempre, viven al ritmo del sol alegrando de ruidos y saltos espontáneos las calles muertas por li premura y el vicio de nuestra modernidad.

Cuando van extinguiéndose las sensaciones naturales, el ruido humano, la voz del hombre, la estética de un cuerpo irradiando una belleza intrínseca que nada tiene que ver con la cosmética ni los cursillos de Power plate o de Pilates, Martine Barrat sale, cámara en mano, a la búsqueda de es mundo que se va perdiendo al cubrirlos, nuestras ciudades de cartón, con densos velos para que el visitante o el hombre de negocios o la familia perfecta no los vea en los escasos minutos de libertar que les ofrece la sociedad en que viven. En ese universo detrás del telón, las ciudades bullen todavía, los problemas se evocan en una lengua que no es la que aparece en los periódicos o telediarios, las comidas despiden olores que los products congelados no imaginan. Todo eso: música, voz, olor, danza de cuerpos en simples movimientos, gestualidades del pasado, seven, se sienten y casi podemos tocarlos con nuestras miradas cuando nos detenemos en cada imagen captada por Martine Barrat.

De París a Nueva York, esta francesa de cepa, norteamericana de adopción, hija de grandes urbes- una literaria, ora cinematográfica -, dama del lente, asombra por su absoluto refinamiento estético En blanco y negro, cada imagen es un caleidoscopio de múltiples ángulos en el que podemos reconstituir mil veces la ciudad y sus hombres. De un solo fragmento de cada imagen podemos pasar, como a través de un túnel secreto, a otros espacioss en los que siempre nos espera un destell de belleza y de realidad. Martine Barrat saca lo bello a la vez que nos advierte de esas vidas al borde del abismo. Ofrece luz ahí donde otros creen que sólo hay sombras. Dignifica al hombre, le coloca en pedestal y nos enseña que la felicidad se encuentra más allá de las fronteras entre los mundos.

William Navarrete (Cuba, 1968)

Escritor, periodista y crítico de arte cubano establecido en París.